miércoles, 19 de mayo de 2010

Camiño de Santiago: a arte

A Bibliografía toda ao final
Tedes que escribir todo en galego
En chegando a Santiago
e logo despois qué fago?

En chegando a Compostela
e despois de vela a ela?
Uxio Novoneyra



El Camino del Norte (también conocida como la Ruta de la Costa o la Ruta del Norte) es una de las ramas más largo de la red de antiguas rutas de peregrinos que en conjunto conforman el Camino de Santiago (el Camino de Santiago). Funciona para algunos 825 kilometros. de la frontera francesa en Irún, a través de San Sebastián, Bilbao y Santander para unirse al Camino Francés, (la ruta principal de la columna vertebral del Camino) en Arzua. También es posible desviar a Oviedo y el paseo Primitivo Camino (la ruta original) que se une al Camino Francés en Melide. El paisaje de esta ruta es fantástica con finas vistas de la costa. El terreno es bastante montañoso de gran parte de la ruta, y con frecuencia son enviados vía para llegar a un puente sobre los numerosos ríos. Es mucho menos concurrido que el Camino Francés, y debido a esto, el alojamiento de peregrinos es escasa en algunos lugares. Hay una gran riqueza de monumentos antiguos, en particular las iglesias y monasterios, y las ciudades más grandes cuentan con excelentes instalaciones. (Bilbao incluso tiene un metro que termina en la playa) El clima en esta ruta es muy variable, y hay que estar preparado para algunos días muy húmedos.
A nova arquitectura.

Ao chegarmos a San Caetano, recíbenos a emocionada estatua do peregrino, obra de Xosé Acuña.
Dende aí accedemos ao pazo de San Caetano, sede da xunta de Galicia e, indo ao campus universitario, a arquitectura máis recente que representa o Auditorio de Galicia, de Manuel Gallego Jorreto.
Na zona nova mais céntrica hai algunha outra arquitectura de interese, caso de racionalista do Hórreo número 22 (González Villar, 1927).
É tamen de interese o conxunto de casas da Rosadela (polidinico e chalés), así como a sede do Parlamento de Galicia, proxectado en 1895 por Antonio Bermejo e Arturo Calvo como escola de Veterinaria, o importante pulo constructivo dos últimos anos creou toda unha nova arquitectura de edificios administrativos ou de servicios e bloques de vivendas, algúns de enorme merito e beleza, que saltan a vista do visitante nos contornos periféricos.


Guía e rutas da Arte II Santiago de Compostela.
Basilio Cegarra, editorial galaxia.
Vigo, 1999.

Acceso a la basílica y pórtico de la gloria.

La escalinata, de curiosa combinación de rampas, que sube asta el plano donde se abren las puertas de la fachada del Obradoiro, es obra realizada en 1606. El espacio que media entre sus tramos inferiores permite dejar libre el paso a una puerta con el escudo del arzobispo Maximiliano de Austria, en cuyo tiempo se realizó abierta en el muro frontero.

Da porta do Camiño a San Caetano San Roque e Santa Clara.



O primeiro edificio despois de subir a rua Rodas e o Hospital de San Roque.

Convento de Santa Clara


Ten orixe no século XIII pero a factura actual e froito de reconstrucción barroca Cara 1680 comezou as obras Domingo de Andrade sendo seguido no labor por por frei Gabriel de Casa e Pedro de Arén, que a remata en 1695. O punto mais interesante é, sen dubida, a falsa fachada de Simón Rodríguez (1719), considerada polos especialistas como a mais conseguida fachada telón d todo o barroco compostelan, en realidade non e a que da acceso a igrexa, pois a verdadeira entrada queda mais atrasada, desposis de cruzar un pequeno xardin; en definitiva a sua función e puramente escenografica.
Coa alternancia vans e macizos consegue o arquitecto grandes efectos de claroscuro e unha sorprendente inestabilidade acentuada polas placas, os frontons curvos e partidos e as cornixas voadas Cuer. Os tres robustos cilindros que corroan Levan ao limite o arriscado equilibrio. Na fornela central esta Santa Clara e enrriba o escudo coa imaxe de San Francisco amosando as chagas.

Basilio Cegarra.

Santos dos Croques.

Detrás del parteluz, mirando hacia el altar mayor, aparece arrodillada una pequeña figura de rizada cabellera que se tiene por la del Maestro Mateo y que, popularmente, se conoce por O santo dos Croques. Y, efectivamente, de una de sus manos pende una leyenda en la que hasta hace poco se podía leer la palabra Arquitectus. Los rulos del pelo recuerdan la concha del berberecho, croque en gallego, de ahi que el pueblo haya, de un lado, santificado el autor de semejante obra y, de otro, le atribuya la facultad de transmitir su inteligencia a quienes choquen sus cabezas, tres veces consecutiva, sobre sus croques. L as madres compostelanas llevan allí a sus hijos con la esperanza de hacerlos buenos estudiantes y no pocos universitarios batían su cabeza contra el santo antes de los exámenes.
El Maestro Mateo es una de las figuras más apasionantes de la Edad Media gallega. Su vida es una incógnita, no se sabe de donde era, ni cuando y donde murió, incluso se desconoce su apellido, pues solo con el nombre de Mateo, unido al titulo de maestra, se le menciona en documentos. Lo cierto es que desarrollo toda su obra en Galicia.
Es la ruta jacobea por excelencia, la más conocida, transitada y mejor acondicionada, entra en España, por Somport o Roncesvalles, y ambos viales confluyen en Puente la Reina. Por tierras de Navarra y la Rioja se encuentran hitos del camino, como San Millán de la Cogolla y Sto. Domingo de la Calzada.

Llenas de arte e historia están las tierras de Castilla y León. Burgos con su Catedral, la Cartuja de Miradores y el Monasterio de las Huelgas. A continuación la inacabable llanura de los campos góticos palentinos, con tres núcleos del románico: Frómista, Villalcázar de Sirga y Carrión de los Condes. La bimilenaria ciudad de León, en cuyo recinto se encuentra catedral con la mayor superficie de vidrieros góticos y la "capilla sixtina" del románico. Astorga, la Cruz de Ferro y Villafranca del Bierzo, son la antesala de Galicia.

GALICIA. 0 Cebreiro abre la puerta de Galicia; aquí sorprende la presencia de las pallozas, antiguas viviendas propias de los Ancares y alrededores, que recuerdan a los habitáculos castreños por su forma elíptica y la cubierta de olmo (paja de centeno) cosido con retamos, resultando de gran protección para el frío y la nieve, A pesar de la modestia del lugar, con sus casas de montaña y achaparrados pallozas, es un hito crucial en la peregrinación. Un antiguo hospital y monasterio, supuestamente fundados por S. Giraldo de Aurillac, albergaban a los jacobitas. En el Santuario se conservan los recuerdos del milagro eucarístico que enlaza con el ciclo artúrico y el poema Parsifal. El 9 de septiembre se celebra en torno a su original templo de Sta. María la Real la concurrida romería del milagro. Según éste, un vecino de Barxamaior se acercó al santuario para oír la santa misa en un día de gran ventisca y nieve, y viéndole entrar el oficiante exclamó para sí: "Cuál viene este otro, con una tan grande tempestad y tan fatigado, a ver un poco de pan y vino". En ese momento aconteció el prodigio de la transubstanciación para abrir los ojos aquel clérigo incrédulo. Dos siglos después, la reina Isabel, la Católica, donó dos redomas de plato para conservar la carne y la sangre; junto a estas también se puede contemplar el cáliz románico del milagro y la imagen medieval de la Virgen titular, cuyo Niño Jesús dice la tradición que abrió sus grandes ojos asombrado ante tal prodigio quedando así hasta hoy. Un busto nos recuerda a D. Elías Valiño, muchos años párroco de 0 Cebreiro y gran entusiasta en la recuperación del Camino de Santiago en estos últimos tiempos.

Entre impresionantes viejos macizos alomados de montañas se ascienden los altos de S. Roque y 0 Poio (1377 m) - el Liber Santi Jacobi describe Galicia como "una tierra frondosa, con ríos, prados, de extraordinarios vergeles, buenos frutos y clarísimas fuentes...", el bienaventurado país del apóstol al cual debe todos sus bienes- pasando las aldeas de Liñares, Hospital da Condesa y Fonfría. Ya en el valle está Triacastela, con su templo medieval y un sencillo monumento al peregrino; desde aquí la vía se bifurca y podemos optar por seguir el tramo más recto por Calvor, o continuar por el bucólico valle del Oribio visitando la gran abadía benedictina de S. Xulián de Samos, una de las más importantes y antiguas de Galicia, -sus orígenes se remontan a los tiempos de S. Martín Durmiense (s. VI) aunque la mayor pode de la obra dato de las reedificaciones de los s. XVII y XVIII-, - se nos aparece de repente en un recodo del valle del Oribio como remanso de paz. Probablemente ya de origen visigótico, ofrece un conjunto monumental de los s. XVI (Claustro de los Nereidas) al XVIII (Claustro grande y templo). En sus galerías aún parecen retumbar las pisadas del erudito Padre Feijoo mientras los actuales monjes oran sus maitines y elaboran los licores de hierbas con cuidados recetas; por ambos llegaremos a Sarria.

Se asienta esta villa en una fértil llanura que, el varias veces peregrino, Doménico Laffi definió como "hermosa y fructífera, muy abundante en frutos, donde hay muchas casas, huertos y jardines". Su casco antiguo está en lo alto, alrededor de un torreón de la viejo fortaleza, con el convento de la Magdalena, hoy de los Mercedarios, y la iglesia de S. Salvador. La feria del año (15 de mayo) o los ordinarios (6, 20 y 28 de cada mes) son ocasiones propicias para comprar los preciados lacones, chorizos y peculiares quesos del Cebreiro o saborear las típicas empanados y el pulpo.

Antes de llegar al Miño veremos el original templo románico de Santiago de Barbadelo con una torre integrada en la nave y podemos refrescarnos en verano con la sombra que proporcionan los abundantes carballeiras de la zona. En una de ellos se asienta el castro de S. Michaelis, atravesado por el camino. Viene a continuación, Portomarín que ha cambiado de lugar a causa de la construcción de un embolse, aunque ha perdido su aire medieval, los principales monumentos como S. Nicolás y la fachada de S. Pedro, siguen acogiendo calurosamente al peregrino ya que han sido trasladados piedra a piedra a un nuevo asentamiento. Su fiesta se celebra el domingo de Pascua, en la que participan los caballeros de la Orden de la Alquitara. Son también muy conocidas sus tartas y sus famosas queimadas elaborados con los notables aguardientes de la zona. En Ligonde una sencilla cruz recuerdo que allí hay un cementerio de peregrinos. Casi en la ruta está Vilar de Donas, monasterio medieval con un retablo pétreo que represento el milagro eucarístico de 0 Cebreiro, un baldaquino, sepulturas de caballeros y unas valiosas pinturas góticas con la Anunciación y bustos de los "donas" o señoras que fundaron la casa. Palas de Rey es comienzo de la última etapa del Calixtino. En el Campo dos Romeiros, en la pode bajo de la villa, se concentraban los caminantes antes de iniciar el último esfuerzo, teniendo ya a la vista la silueta inconfundible del legendario Pico Sacro. Dejamos la comarca del Ulla, con sus pozos inmortalizados literalmente por la condesa de Pardo Bazán y señoreada por la impresionante fortaleza de Pambre, una de las pocas que resistió los embotes de los Irmandiños en el s. XV. Atravesado el típico núcleo rural de S. Xulián do Camiño, con su modesta iglesia románico y antiguos canastros para guardar el maíz, entramos en la provincia de A Coruña pisando una auténtica vía romana en Leboreiro, de los pocas que se conservan, era aprovechado por los peregrinos medievales. Este núcleo rural conserva la antigua casona que sirvió de hospital de peregrinos y un tiempo medieval El Ponte Furelos conduce a Melide, ya mencionado en el s. XII fue el único paso sobre el no del mismo nombre hasta 1862. Con el ya mencionado Hospital de S. Juan nos encontramos con varios templos de interés (S. Pedro, Sancti Spiritus, Sta. Moría) y un antiguo cruceiro de gran tosquedad, hoy nos suponemos el gran valor que tuvieron estas construcciones en el pasado, considerados como obras pías. Hay un museo etnográfico que recoge piezas arqueológicas y objetos tradicionales de la comarca (A terra de Melide), conservando ésta aún su artesanía del cuero, bolas y choclos. En los alrededores se pueden visitar varios conjuntos megalíticos y castreños, el humilde pero muy antiguo templo prerrománico de S. Antolín de Yoques, la Iglesia de Sta. Moría de Mezonzo (Vilasantar), resto del antiguo monasterio dúplice en que profesó S. Pedro de Mezonzo, obispo de Santiago en los tiempos difíciles de Almanzor que compuso la Salve Regina, también nos encontramos con el ton importante monasterio de Sobrado

Castañeda era asiento de los hornos de cal para la construcción de la catedral de Santiago, a cuya obra contribuían los peregrinos según sus posibilidades, cargando en su morral una piedra desde los montes de Triacastela y aumentando así su penitencia. En la hondonada de Ribadiso aparece otra vez el frecuente binomio puente-hospital, muy arruinado el segundo. En lo alto, Arzúa, centro de una comarca de deliciosos quesos que han levantado en su alameda un monumento a las vendedoras de éstos y celebra el primer domingo de marzo su feria anual. La capilla gótica de la Magdalena, es el único resto del convento de agustinos donde los romeros tenían su albergue. Nuestro caminar llega a su fin, en Labacolla se lavaban de cuerpo entero los romeros, en un pequeño riachuelo y en precipitada carrera ascendían el Monte del Gozo para ser el primero en ver las torres de la catedral y convertirse así, según mando la tradición en rey de la peregrinación, suceso que se perpetúa en numerosos apellidos.

Desde este Monxoi los jinetes descendían de sus cabalgaduras haciendo el último trecho a pie hasta Santiago y todos daban y dan gracias al Apóstol por poder concluir la peregrinación felizmente.




A nova arquitectura.

Ao chegarmos a San Caetano, recíbenos a emocionada estatua do peregrino, obra de Xosé Acuña.
Dende aí accedemos ao pazo de San Caetano, sede da xunta de Galicia e, indo ao campus universitario, a arquitectura máis recente que representa o Auditorio de Galicia, de Manuel Gallego Jorreto.
Na zona nova mais céntrica hai algunha outra arquitectura de interese, caso de racionalista do Hórreo número 22 (González Villar, 1927).
É tamen de interese o conxunto de casas da Rosadela (polidinico e chalés), así como a sede do Parlamento de Galicia, proxectado en 1895 por Antonio Bermejo e Arturo Calvo como escola de Veterinaria, o importante pulo constructivo dos últimos anos creou toda unha nova arquitectura de edificios administrativos ou de servicios e bloques de vivendas, algúns de enorme merito e beleza, que saltan a vista do visitante nos contornos periféricos.



Acceso a la basílica y pórtico de la gloria.

La escalinata, de curiosa combinación de rampas, que sube asta el plano donde se abren las puertas de la fachada del Obradoiro, es obra realizada en 1606. El espacio que media entre sus tramos inferiores permite dejar libre el paso a una puerta con el escudo del arzobispo Maximiliano de Austria, en cuyo tiempo se realizó abierta en el muro frontero.

Da porta do Camiño a San Caetano San Roque e Santa Clara.



O primeiro edificio despois de subir a rua Rodas e o Hospital de San Roque.

Convento de Santa Clara


Ten orixe no século XIII pero a factura actual e froito de reconstrucción barroca Cara 1680 comezou as obras Domingo de Andrade sendo seguido no labor por por frei Gabriel de Casa e Pedro de Arén, que a remata en 1695. O punto mais interesante é, sen dubida, a falsa fachada de Simón Rodríguez (1719), considerada polos especialistas como a mais conseguida fachada telón d todo o barroco compostelan, en realidade non e a que da acceso a igrexa, pois a verdadeira entrada queda mais atrasada, desposis de cruzar un pequeno xardin; en definitiva a sua función e puramente escenografica.
Coa alternancia vans e macizos consegue o arquitecto grandes efectos de claroscuro e unha sorprendente inestabilidade acentuada polas placas, os frontons curvos e partidos e as cornixas voadas Cuer. Os tres robustos cilindros que corroan Levan ao limite o arriscado equilibrio. Na fornela central esta Santa Clara e enrriba o escudo coa imaxe de San Francisco amosando as chagas.

Basilio Cegarra.

Santos dos Croques.



Detrás del parteluz, mirando hacia el altar mayor, aparece arrodillada una pequeña figura de rizada cabellera que se tiene por la del Maestro Mateo y que, popularmente, se conoce por O santo dos Croques. Y, efectivamente, de una de sus manos pende una leyenda en la que hasta hace poco se podía leer la palabra Arquitectus. Los rulos del pelo recuerdan la concha del berberecho, croque en gallego, de ahi que el pueblo haya, de un lado, santificado el autor de semejante obra y, de otro, le atribuya la facultad de transmitir su inteligencia a quienes choquen sus cabezas, tres veces consecutiva, sobre sus croques. Las madres compostelanas llevan allí a sus hijos con la esperanza de hacerlos buenos estudiantes y no pocos universitarios batían su cabeza contra el santo antes de los exámenes.
El Maestro Mateo es una de las figuras más apasionantes de la Edad Media gallega. Su vida es una incógnita, no se sabe de donde era, ni cuando y donde murió, incluso se desconoce su apellido, pues solo con el nombre de Mateo, unido al titulo de maestra, se le menciona en documentos. Lo cierto es que desarrollo toda su obra en Galicia.

Cayetano Enríquez de Salamanca (Madrid 1936-Fitero 2006)

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